El sábado los medios daban vueltas a la poca información oficial que se tenía y hasta se ridiculizo la frase #sin confirmar.
El presidente Calderón retrasó una hora la salida de su avión hacia España para dejar las ordenes al gabinete de seguridad... unas horas después aceptaba el parecido de México con Colombia en cuestiones de violencia y crimen organizado.
Antes de escribir el punto de esta entrada quiero dejar claro que cualquier intento o acto violento para quitar la libertad de cualquier persona es condenable y terrible.
Es bien sabido que los amigos poderosos de Fernández de Cevallos son muchos y queda más claro con la creación de un grupo interinstitucional ad hoc para buscar al Jefe Diego. Definitivamente es una figura pública, un político conocido pero no activo en puesto de gobierno alguno, el punto es que definitivamente es una desgracia que ocurran estos hechos pero también analizando las reacciones es igualmente malo la muestra de la desigualdad tan presente en este país. Un político que no está en un puesto de gobierno desaparece y se movilizan recursos para encontrarlo y otras personas que no tienen amigos poderosos desaparecen y se publican unas cuantas notas en los medios. El mismo día en Copala, sí el mismo lugar donde hace unas semanas hubo un atentado a periodistas y activistas internacionales, reportaron la desaparición de 6 mujeres y 5 niños. Poca información y pocas acciones de las autoridades para tratar de resolver el caso y rescatar a estas mujeres y sus hijos, la diferencia entre los dos casos de desaparición resulta triste y obvia.
Hasta el momento no se sabe nada de ninguno de los casos, ambos son condenables y esperemos que lleguen a buen término, desafortunadamente en México hasta en los desaparecidos hay diferencia.